La habitación es confortable con una cama cómoda y un delicioso desayuno que incluye cereales, pasteles, yogur, fruta fresca y queso.

Esta ubicado en una zona excelente, la atencion es personalizada por una verdadera "nona" italiana y su gentil esposo, la habitacion con muebles antiguos restaurados hacen a un cuidado por la decoración. El balcón terraza al Mar Tirreno adriatico es imperdible para despertarse mirando el mar o acostarse mirando las estrellas. Lo recomiendo absolutamente, muy buena relación precio producto.

Nos han gustado mogollón nuestras habitaciones con vistas increíbles. Los desayunos aquí eran muy buenos, con huevos duros. La ubicación era ideal - cerca de tiendas y del centro de la ciudad y también de una montaña.

Desayuno muy bueno y con mucha variedad, y los empleados se portaron súper bien, ¡súper discretos todos! 🔝

No nos a gustado nada, la habitación muy anticuada y con mucha humedad (muchas mosquitas de humedad, las sábanas húmedas) El desayuno el peor que tuvimos en un viaje de 36 días... Peor que peor lejos, no tenía nada, un café, un croissant, dulces y agua.

La vista que hay desde la terraza de la habitación .

Que hay que dejar el auto lejos y caminar y subir y bajar muchos escalones.

Aquí se come súper bien, la comida está deliciosa. El personal siempre te ayuda con una sonrisa en la cara. 😊

Muy buena la atención de sí dueña, teresa. Muy cómoda la habitación, amplia

Debería tener wifi

- El ambiente florido con una vista panorámica sobre la costa amalfitana, soñada. - La privacidad del alojamiento y estar brindado. - La esmerada amabilidad y buena disposición permanente del personla de la casa. - El encanto casi mágico de la Señora Teresa y su familia que además de allanar los requerimientos propios, aportaron información contribuyente a explotar las facilidades turísticas del lugar. - La proximidad de la playa del Fornillo, que pese a hallarse a cerca de tres cientos escalones debajo del nivel de la Casa Teresa, pudo ser aprovechada para esparcimiento y descanso, accediendo a la misma mediante el descenso a pie, y regresando a través de una ligera caminata costera hacia las playas del centro, y desde éstas, mediante el uso del autobús local.

No hay nada para mencionar como que haya sido de desagrado, pero cabe advertir que el acceso a la misma no es apto para personas con capacidad de desplazamiento reducida, debido a la cantidad de escalones para llegar y salir de ella, como así también para acceder a las playas aledañas.

El servicio, la amabilidad ha sido increible, dispuestos a atenderte de la mejor manera posible. Lugar es acogedor, un excelente desayuno, recomendable 100%